Comentamos en el artículo anterior que la humanidad ha vivido situaciones de alta dificultad en el pasado, y aunque disponemos de las capacidades del cuerpo físico y de las facultades de la mente, en muchas ocasiones nos sentimos impotentes al ver que no podemos hacer nada para solucionar ni para revertir las consecuencias de esas adversidades. Parece que estamos a su merced.
Este sentir empieza a cambiar tan pronto como el ser humano toma conciencia de que su verdadera naturaleza es algo más que materia. Desde ese instante intuye que su mejor respuesta a cada experiencia que la vida le presenta no procede de su dimensión material, sino de su esencia divina.
Hay muchas personas que creen en la existencia de un Ser supremo al que denominan Dios, Conciencia Infinita o con otros nombres. Se le atribuye un poder infinito, y con esa inmensa capacidad seguro que le es muy sencillo encontrar la solución a cualquier tipo de dificultad. Leer mas