En el primero de estos cinco artículos preguntamos a la conciencia infinita qué sentido tiene la existencia del ser humano aquí en la tierra. Con fe e ilusión pensamos que existiría una fuerza creadora sabia y con la capacidad de respondernos. Así fue, y con su respuesta elaboramos el segundo capítulo, en el cual quedó un punto importante por explicar. En el capítulo siguiente, el tercero, ese aspecto quedó aclarado.
Ahora la conciencia creadora nos habla con más detalle de nuestro proceso evolutivo.
Durante los espacios de tiempo en los que permanecéis en la tierra experimentáis multitud de pruebas con la finalidad de que el alma extraiga de cada una de ellas la enseñanza que contiene. De este modo vuestra alma —la misma en cada vida— incrementa su nivel de sabiduría hasta que llega un momento muy especial, el despertar, a partir del cual os vais haciendo conscientes de esa sabiduría que tenéis en el alma para afrontar los retos de la vida desde un nivel superior de conciencia.
Es entonces, tras despertar, que comenzáis a manifestar en la tierra el amor, al principio en un cierto grado, después a un nivel superior, y siempre en una escala creciente. Esta palabra, amor, es muy rica y contiene muchos dones, en realidad los contiene todos. Leer mas