Al mismo tiempo que se resuelve la difícil situación en la que ahora se encuentra la humanidad, es momento de que nos preguntemos qué podemos hacer para que el futuro sea diferente. ¿Mantenemos los esquemas de convivencia habituales, que seguramente nos llevarán a repetir los mismos errores, o buscamos un camino nuevo?
Todo aquello que hasta ahora ha significado una fragmentación de la humanidad, primero en tribus, luego en poblados y pequeñas comunidades y después en naciones y bloques de naciones, no nos ha conducido a un mayor grado de unidad. Nuestros escasos niveles de comprensión y de conciencia en épocas más primitivas condicionaron esa etapa evolutiva humana, pero ahora es otro momento.
Todos los seres humanos tenemos una misma naturaleza; no hay una verdadera diferencia entre nosotros. Lo que uno vive, sus ilusiones, sus temores y sufrimientos, igualmente lo viven los demás. ¿Por qué nos comportamos a menudo de modo que parece que seamos enemigos? Leer mas