Uno de los aspectos más significativos en la vida de una persona es su salud. La tierra es un planeta en el cual el ser humano se enfrenta con frecuencia a episodios de enfermedad, lo que es natural en el proceso evolutivo de esta humanidad. Se puede enfermar varias o incluso muchas veces a lo largo de la vida, y en el caso de las llamadas afecciones crónicas, estas pueden acompañarnos para siempre o solo un cierto tiempo.
El ser humano rechaza muchas de las experiencias que se le presentan, y una patología grave o que le ocasiona dolor, supone para él una fuente de sufrimiento, algo que la naturaleza humana rechaza al ser un obstáculo para poder sentir alegría y paz.
¿Tiene el ser humano la capacidad de crear una sociedad en la que se sufra menos, o incluso nada, al disminuir o erradicar de ella las enfermedades? Con el nivel de conciencia actual esas metas no son posibles. ¿Se podrán alcanzar en la nueva sociedad?
Tras su despertar, la persona siente el enorme potencial que alberga en su alma, y desde ese momento responde con un mayor nivel de sabiduría a cualquier experiencia que la vida le presenta. Un número importante de los desequilibrios que antes sentía desaparecen en la medida en que su modo de pensar, su comportamiento, y sus emociones y sentimientos se hacen más armónicos y en sintonía con su proceso de desarrollo.
Al ir aumentando su nivel de conciencia, la persona ya no será atrapada por pensamientos obsesivos o perturbadores, ni por emociones como el rencor, la envidia, la ansiedad, el desánimo y otras más. Al no experimentar ni en su cuerpo físico ni en su mente esos estados alterados y sus consecuencias, su bienestar saldrá fortalecido.
Hablamos de un proceso que se inicia con el despertar de la persona, la cual disfrutará de mejor salud y calidad de vida conforme su equilibrio interior se amplía al vivir sus experiencias desde un mayor nivel de comprensión y aceptación, y esto será una realidad en la nueva sociedad.
A partir de entonces la persona conoce el sentido trascendente que tiene la existencia humana, al tiempo que sabe que su vida actual es una etapa de una transformación mucho más larga durante la cual aprende a desarrollar las cualidades aún latentes en su alma hasta lograr su realización. Con este conocimiento responde, confiada, a circunstancias que antes constituían para ella una dificultad importante o incluso insuperable.
Desde su nueva vibración afrontará, si surgen, el sufrimiento y la enfermedad sabiendo que están al servicio de su proceso evolutivo. Este nuevo sentir se va activando en ella, y así llega un tiempo en el que su manera de aprender deja de ser inconsciente.
Cuando se alcanza ese estado elevado, la enfermedad y el sufrimiento dejan de ser necesarios y comienzan a desaparecer. Es un momento mágico, incluso sagrado, en el cual la persona es guiada en todo instante y situación desde la sabiduría de su alma y, llena de paz y alegría, avanza velozmente hacia su plenitud.
Te sigo desde hace un tiempo, muchísimas gracias por compartir, por la inspiración, y la enseñanza. Este artículo en concreto me ha llegado en el momento que más lo necesitaba.
Un muy cordial saludo.
Gracias, María Jose, me alegra que este artículo te haya sido útil. Esa es la razón que me mueve al escribir en mi web. Espero que podamos seguir en contacto. Un cordial saludo. JUANJO.
Muchas gracias por este texto tan esperanzador y si, ciertamente soy consciente de cómo me afecta algún malestar físico dependiendo de mi actitud, actitud que evoluciona a la par que mi conciencia.
Saludos afectuosos.
Hola Natalia, gracias por tu comentario. Nos dirigimos a un nuevo modo de convivencia humana, aunque este logro no va a darse de modo inmediato y tendremos que esforzarnos, pero el futuro de la humanidad es esperanzador. Un cordial saludo JUANJO.