En esta entrada, la segunda de un conjunto de 4 que desarrollan el tema “Origen y destino del ser humano” (ver la de fecha 24 de septiembre), vamos a tratar dos apartados: “Proceso evolutivo del ser humano en la tierra” y “El libre albedrío”. Al final de cada uno de estos artículos se plantean preguntas —en color azul— cuyas respuestas únicamente puede encontrarlas cada uno en su interior.
PROCESO EVOLUTIVO DEL SER HUMANO EN LA TIERRA.
En el artículo anterior, publicado el día 1 de octubre, expusimos que además de los seres que conocemos aquí en la tierra (humanos, animales y vegetales), en la Creación hay un número infinito de organismos, energías, entidades, etc. Cada uno de ellos se siente impulsado a buscar su plenitud, la conexión consciente con su esencia. Con esa finalidad experimenta de todas las formas posibles: incrementando sus capacidades; creando tecnologías muy avanzadas; alcanzando un gran poder y dominio sobre los demás…
Cuando un ente agota todas las opciones que la existencia le ofrece sin haber alcanzado la felicidad que anhela, desde su esencia surge un impulso que le señala una vía nueva y diferente, algo que antes nunca se planteó: explorar, no para hallar su propia felicidad, sino para que sean felices los demás.
Es entonces cuando ese impulso le lleva a escoger una de las vías evolutivas que existen en la Creación para incrementar el amor. Una de estas vías es encarnar repetidamente en el planeta Tierra durante un cierto número de vidas hasta alcanzar la plenitud. El fin de este camino es lo que los Maestros llaman “la iluminación”.
Para poder entender el proceso necesitamos conocer, aunque sea de pasada, los diferentes cuerpos que constituyen a un ser humano. Leer mas