¿Cómo será mi vida en el futuro? Cierro los ojos, y tras unos minutos de quietud interior me percibo visitándome dentro de siete años…
—Bienvenido Juanjo, me alegra verte —me saluda con una cordial sonrisa. Con un gesto de su brazo me propone entrar en la casa. Atravesando un pasillo llegamos a una estancia amplia y sobria. Junto a una de las ventanas con vistas al jardín hay una mesa de camilla y dos sillones. Tocando el respaldo de uno de ellos me dice:
—Siéntate aquí en tanto preparo una infusión de salvia con granos de anís, fuerte y en taza grande como nos gusta; vuelvo enseguida y conversamos.