Si cada día al levantarme llamo a la sonrisa y a la alegría,
¿por qué junto a ellas me visitan la pena y la tristeza?
Y me acepto y me amo.
Si mi deseo es ser amable y pacífico,
¿por qué visto de armadura y tengo una espada en la mano?
Y me acepto y me amo.
Si me muestro confiado y seguro,
¿por qué luchan con fiereza en mi interior desánimo e impotencia?
Y me acepto y me amo.
Si quiero ser libre y volar,
¿por qué me coloco grilletes en las manos y en los pies?
Y me acepto y me amo.
Si yo deseo ser paciente, tranquilo y sereno,
¿quién es ese que desde mi garganta grita y ofende?
Y me acepto y me amo.
Me reconozco intrépido y seguro, y también temeroso y vulnerable;
sencillo y libre, al tiempo que orgulloso y limitado.
Soy el hogar de la calma y el gozo, y doy cobijo a la ira y la congoja.
En todo ello me reconozco.
Y me acepto y me amo.
Soy todo eso, y mucho más.
Cuando en la Naturaleza escucho el ulular del viento entre
las hojas de los árboles,
el canto melodioso del jilguero o el sonido del silencio,
oigo también un suave susurro en mi corazón:
es Dios que me habla y me dice que me ama.
Entonces, en ese sagrado momento, ya sé lo que soy, ¡yo soy Todo!
Muy bello, gracias 🙂
gracias,tenemos que tomar mas conciencia de nuestras emociones,un beso feliz 2013¡¡coincide con los 20 sellos y 13 lunas¡¡