En esta entrada, la tercera de un conjunto de 4, seguimos desarrollando el tema “Origen y destino del ser humano” (ver la entrada de fecha 24 de septiembre). Comprende dos artículos: “Reencarnación y periodo entre vidas” y “Concepto de karma”. Al final de cada uno de ellos se plantean preguntas, en color azul, cuyas respuestas únicamente se encuentran en nuestro interior.
5º REENCARNACIÓN Y PERIODO ENTRE VIDAS
Para entender el concepto de reencarnación vamos a recordar, brevemente, los cuerpos que componen a un ser humano:
- En primer lugar está el cuerpo físico, formado por materia densa, visible y perecedera. Tras la muerte de la persona (al terminar su vida física) este cuerpo se va descomponiendo hasta llegar a fundirse nuevamente con la tierra y desaparecer totalmente.
- Asimismo, tenemos varios cuerpos con una vibración más sutil que el físico: el cuerpo etérico o vital, el cuerpo astral o de las emociones y el cuerpo mental o de los pensamientos. Al acabar la vida física (muerte de la persona) estos cuerpos siguen existiendo durante un tiempo hasta desaparecer. Están compuestos de energía y la mayoría de nosotros no los vemos.
Es importante recordar que aunque la vida finaliza cuando muere el cuerpo físico, estos tres cuerpos mencionados siguen activos durante un periodo de tiempo.
- Además, estamos constituidos por un conjunto de cuerpos denominados “superiores”. Son de vibración cada vez más sutil hasta llegar a los más elevados que son de luz.
Así como el cuerpo físico es denso y ocupa un espacio, el resto de cuerpos no habitan lugares físicos. Según sea su grado de vibración existen en uno o más de los muchos planos existentes. La palabra plano, más que a un lugar, hace referencia a un estado de vibración.
La entidad, energía, ser, organismo, etc. que comienza a encarnar en la Tierra repetidamente para experimentar y alcanzar su plenitud, vive el proceso evolutivo humano de la siguiente manera:
Su Esencia divina crea un alma que irá encarnando repetidamente en cuerpos físicos hasta llegar a ser consciente de que su naturaleza es amor y unidad. El alma así creada está compuesta por el cuerpo físico, los cuerpos etérico, astral y mental y los cuerpos de menor vibración del apartado 3. El resto de cuerpos de este apartado, los de vibración superior, nunca cambian y constituyen lo que normalmente llamamos el Espíritu o Esencia divina de un ser humano.
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