PROCESO EVOLUTIVO DEL ALMA HUMANA: LA NUEVA SOCIEDAD (3 de 3)

 

BREVES REFLEXIONES SOBRE LA NUEVA SOCIEDAD

La futura sociedad va a ser muy diferente de todas las que el ser humano ha ido creando a lo largo de su proceso evolutivo aquí en la Tierra. Tampoco será el modelo de convivencia definitivo, puesto que con cada elevación de nuestro nivel de conciencia la humanidad se sentirá preparada para mejorar tanto sus metas como la relación entre sus integrantes.

Para que un proyecto pueda hacer realidad los objetivos planeados, es imprescindible que las personas que lo emprenden estén cualificadas para ello. En el caso de la creación de una nueva forma de entendimiento se necesita, además, un alto grado de compromiso interno, del alma, debido a que se trabaja con la intención de conseguir un fin que no va exclusivamente en beneficio propio, sino en el de toda la comunidad humana.

En el artículo anterior, “El despertar”, se dice que tras el despertar del colectivo humano, un cierto número de personas se percibirán fuertemente motivadas a crear un modelo de convivencia basado en una nueva escala de valores. Al mismo tiempo advertirán que se hallan cualificadas y legitimadas internamente, y con la fuerza suficiente, para emprender esa tarea. Será un cambio total, no solo de ideas sino también en el sentir.

Asimismo se comenta en ese artículo que existirá un número de seres humanos cuyo despertar no se dé al grado suficiente como para vibrar con las premisas de la nueva sociedad e integrarse en ella. Tal vez estén dispuestos a dar un cierto cambio, pero no a una ruptura a fondo con el modelo actual.

Por lo tanto, parece razonable pensar que la oposición de este grupo será un obstáculo a la constitución de la próxima sociedad, aunque no resultará una dificultad insalvable, puesto que cada uno de los que participan en la puesta en marcha de la futura sociedad recibe de su alma el valor y la certeza de que ese proyecto va a llegar a buen fin, e incluso la confianza plena de que así va a ser al estar el plan en sintonía con el propósito divino para el proceso evolutivo humano.

 

 

¿Sobre qué parámetros se constituirá la nueva sociedad?

En estos momentos el despertar, aunque cercano, todavía no se ha dado, y nuestro nivel de conciencia es el que sostiene los criterios con los que nos relacionamos. Tendremos que ser prudentes y esperar a que las cualidades de nuestras almas se expresen. Ahora solo es posibles compartir algunas ideas, como estas reflexiones hechas en voz alta, ya que será el conjunto de todos los miembros de la nueva sociedad quien articule su funcionamiento.

Es lógico pensar que en la nueva sociedad puedan existir las mismas necesidades básicas que tenemos ahora, alimentación, vivienda, prendas de vestir, atención médica… El límite de las necesidades individuales estará marcado por todo aquello que signifique dañar o perjudicar a los demás; a las especies que comparten el planeta con nosotros; a la naturaleza o la propia Tierra. En el interior de cada uno de los que estén creándola ese límite se aceptará con naturalidad y sin esfuerzo alguno.

Alcanzado un nuevo escalón de conciencia es probable que algunos e incluso muchos de los deseos actuales desaparezcan, pues el sentido de nuestra vida pasará de poseer a ser. Al ir brotando en nosotros motivaciones materiales y espirituales muy diferentes a las presentes, los tipos de trabajos existentes ahora irán disminuyendo o desapareciendo.

Veamos un ejemplo que, con matices, podrá extrapolarse a muchas de nuestras actividades. Hemos hablado antes de que una necesidad humana básica es la de disponer de ropa, bien para cubrir el cuerpo, para dar una buena imagen, como abrigo o tan solo para sentirnos a gusto. En nuestro nuevo nivel de conciencia no sentiremos la necesidad de impresionar a otros con nuestro vestuario, ni la de seguir los dictados de la moda…

¿Qué consecuencias podrá tener este cambio de hábitos? Al fabricarse un menor número de prendas de vestir la contaminación descenderá. El número de puestos de trabajo que se reduzcan en la industria textil podrán recuperarse con creces en el sector servicios con una mayor y mejor atención en áreas como la salud, la enseñanza, el cuidado y la compañía a personas con dificultades, nuevas actividades culturales, talleres varios… Recordemos que nuestras necesidades serán muy inferiores a las que tenemos ahora.

La humanidad contará con un potencial de enorme valor: Proseguirá su proceso en la Tierra alcanzando cotas cada vez más altas en perfecta sintonía con el propósito divino. Aquellos seres humanos que en un primer momento no se sintieron dispuestos a formar parte de la nueva sociedad tendrán siempre las oportunidades que precisen para unirse a ella. Serán recibidos como hermanos que sienten que ha llegado su momento tras un tiempo de preparación. Las propuestas que traigan servirán para perfeccionar aún más nuestra convivencia. Recordemos que una de las grandes riquezas de una sociedad es su diversidad.

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Juan José

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