La humanidad atraviesa un tiempo de incertidumbre. El covid-19 ha alterado algunos de los pilares esenciales de nuestras vidas, como las relaciones sociales, la economía y la posibilidad de entrever el futuro al que nos dirigimos. No obstante, junto a la confusión que está creando, la pandemia nos ofrece la oportunidad de pararnos y reflexionar.
¿Realmente aspiramos a recuperar el mismo estilo de vida que antes de la aparición del virus? En ese supuesto hemos de entender que reanudar el modelo de vida previo a la pandemia supone un enorme coste para la Tierra y para la humanidad.
En estos momentos el incremento de temperatura en el planeta, el deterioro de los espacios naturales, la contaminación de los mares y ríos y de la propia atmósfera, es ya una evidencia. En este escenario no parece coherente repetir los errores pasados que nos han llevado a esta realidad. ¿Qué mundo heredarían las siguientes generaciones?
En el interior de muchos de nosotros, de manera más o menos consciente, están surgiendo nuevas preguntas: